¿Has visto alguna vez a un japonés demostrar sus emociones? No suelen hacerlo en público salvo que se trate de un espectáculo de flamenco.

¿Has visto alguna vez a un japonés demostrar sus emociones? No suelen hacerlo en público salvo que se trate de un espectáculo de flamenco.

Según dicen los habitantes del país del sol naciente. Lo que les transmite el flamenco es difícil de explicar. «Nace del corazón, no hay una razón, solo sucede», suelen decir.

Este género musical netamente español y casi exclusivamente andaluz no solo se ha extendido a Japón sino a todo el mundo Su origen incierto ha dado pie a múltiples teorías. La mayoría de ellas ligadas al pueblo gitano. La controversia surge porque no solo ha habido gitanos en Andalucía y solo allí se desarrolló el flamenco. Los estudiosos de este tema aseguran que el flamenco tal y como se conoce ahora proviene del siglo XVIII. Sin embargo, su germen parece muy anterior y es seguramente producto del mestizaje que se produjo en Andalucía entre los romances cantados castellanos, la música popular sefardí y la cultura morisca. La etnia gitana la hizo suya quizás como expresión de tristeza de un pueblo marginado. En efecto, hay historiadores que sostienen que la palabra flamenco proviene de la expresión árabe utilizada en Marruecos: fellah-mangu o «canto de los campesinos». Es quizás lo más parecido al «cante jondo» flamenco y manifiesta el dolor de los que no tienen tierras.

No todo es cante en el flamenco. Como género musical cuenta con tres facetas principales: el cante, el toque y el baile.

La danza flamenca posee temperamento y fuerza interpretativa. Al mismo tiempo tiene gracia, picaresca, elegancia y sensualidad. La capacidad de expresión que permite la práctica del flamenco es difícil de igualar por otros bailes. Por alguna razón será que ha sido declarado «Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad» por la UNESCO.

El flamenco como baile es una de las danzas con mayor fuerza expresiva.

Mezcla de culturas, expresión de pueblos oprimidos, lamento de corazones heridos… Como sea, el resultado ha sido espectacular. Tanto como para emocionar a un japonés en público.

Si quieres descubrir la riqueza expresiva que el flamenco puede despertar en ti…

¡Ven al Racó de la Cristina!