Del garabato a la primera obra de arte.

Del garabato a la primera obra de arte.

A todos los niños les encanta pintar. Es su forma de entender el mundo y expresar las emociones. Comienzan con garabatos, continúan con dibujos abstractos al que ellos le dan significado y las figuras van tomando más y más sentido a medida que avanzan. Puede que tengan más o menos habilidad para el arte, pero es seguro que se divierten y al mismo tiempo desarrollan capacidades que les serán muy útiles cuando sean mayores. Al mismo tiempo, los dibujos infantiles denotan estados de ánimo y a través de ellos pueden deducirse problemas o características de la incipiente personalidad que no sabrían expresar de otro modo.

Pintar durante la infancia trae beneficios sustanciales:

  • Mejora la coordinación motora. Los niños necesitan de cierta madurez cerebral para desarrollar la motricidad fina y la coordinación entre mano y ojo. En la pintura pasan primero por la etapa de «agarre brusco», «agarre controlado» y «agarre de pinza». Éste último es el más sutil y el que les permite efectuar trazos más precisos. Por ello la pintura está muy indicada en niños con problemas en el desarrollo de la motricidad fina.
  • Estimula el autocontrol y la regulación emocional. Los niños son impulsivos por naturaleza. Esto es debido al poco autocontrol que tienen sobre su comportamiento. Y no es un problema sino algo que se corrige con la maduración. Sin embargo, hay casos como el de los niños con Trastorno por déficit de atención e hiperactividad en los que es necesario actuar. Y los estudios han demostrado que la pintura es una herramienta muy útil para ayudarles.
  • Incrementa la creatividad y desarrolla el pensamiento abstracto. Mientras el niño pinta se activan sus dos hemisferios cerebrales. El derecho es el responsable de la creatividad y la imaginación. El izquierdo de las tareas lógicas. De esta manera la pintura desarrolla las capacidades cognitivas superiores.
  • Mejora la expresión de las emociones. Los pequeños no son capaces de expresar sus emociones y sentimientos de una manera espontánea y abierta. La pintura les permite hacerlo con total libertad ya que no tienen la presión de sentirse aceptados o valorados. En especial es muy útil para que expresen emociones negativas como la tristeza, el temor y la ira. Estas emociones negativas, de no salir pueden afectar su desarrollo psicológico normal.

Quizás tus hijos no vayan a convertirse en los sucesores de Picasso, pero la pintura puede darles muchos beneficios…